Creo que me gustas

Sí, eso creo… No estoy segura. “Me gustas” son palabras que no le dices a cualquiera y por eso no estoy segura. Yo no esperaba esto, en realidad, es nuevo para mí. No eres mi tipo, tengo que ser honesta. Yo solo quería una amistad, a pesar de eso, creo que siento algo más. Eres mi gusto adquirido porque jamás pensé que me interesaría alguien como tú, pero tú eres diferente.

Tienes algo que me hace estremecer y cuando te tomo de las manos solo quisiera ser yo quien te hace sentir mariposas en el estómago. Me encanta tu sonrisa, sobre todo cuando sonríes para mí. Me enamoran tus ojos, lastimosamente sé que no estoy yo en su reflejo; hay alguien más, un ser ausente que me hace creer en la posibilidad de contigo estar. Aunque no parezca, allá estás bien y sí, me dan celos, aunque él llegó primero… Solo quisiera que te olvidaras de él, tan siquiera un instante.

Siempre me quedo con las ganas de pedirte un beso y me detiene el miedo de que me rechaces. Tal vez, solo quiero matar esa curiosidad, ese “que hubiese sido si me hubiese animado”. A veces solo pienso que me estoy equivocando, tal vez estoy confundiendo todo. De verdad lo creo porque, en lo profundo de mí, sé que tú no sientes lo mismo y siendo sincera me duele… Aunque también creo que solo me atraes. Solo quiero quitarme las ganas de probar el sabor de tus labios, pasar mis manos por todo tu cuerpo y dejar fluir el momento sin ver el reloj. Anhelo el día en el cual nuestras almas se unan al unísono. Creo que eso es todo.

No quiero nada más porque de verdad valoro tu amistad. No sé como le hiciste para que te quiera tanto en tan poco tiempo. No quiero echar a perder lo que ya tengo contigo… Es por eso que siempre me quedo callada. El silencio me carcome porque en mi mente solo quiero cuidar de ti todos los días. Quiero abrazarte todos los días. Quiero besarte todos los días. Quiero estar contigo todos los días. Quiero sentir tu calor ferviente recorriendo mis entrañas hasta llegar a lo más profundo de mi corazón… Pero, sobre todo, quiero que tú quieras lo mismo que yo quiero.

Siento que no estás en la misma sintonía, pero… ¿Y si lo estás? Me arrepentiría toda la vida por no haber hecho nada al respecto. Quisiera rogarte solo por una oportunidad; sin embargo, solo esperaré hasta el final de la fila, cuando sea la última deseando que me entregues tu corazón. Tal vez, ahora no sea el momento, pero mañana sí. Hoy solo queda esperar pacientemente el momento en el que te fijes en mí, me tomes de la cintura y me beses lentamente.

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