Carta suicida

Me tengo que ir porque ya no puedo más. Me armé de valor y llegó el momento del adiós. Dejaré de pensar en los demás y en el qué dirán. Tal vez sea egoísta… Pero es la primera vez que lo soy en toda mi vida. Estoy muy cansada de seguir viviendo así. La depresión me está consumiendo. Siempre me pregunto ¿por qué a mí?, ¿por qué me toca vivir esta trágica historia sin fin? En última instancia, hoy he decidido ponerle punto final a todo.

Me cansé de que mis gritos fueran silenciados. Me cansé de despertar día a día. Me cansé de lo que antes amaba. Me cansé de luchar y me cansé de vivir. Estoy harta de fingir que todo está bien cuando me derrumbo a pedazos. Solo quiero dormir y olvidarme del valor del tiempo. Me duele sufrir en silencio y esta situación ya me sobrepasó.

Solo deseo dejar de sufrir. Intenté de todo por años… Al parecer, la sertralina no funciona en mí. Ahora sé que esta es la última opción disponible. Ya lo había considerado, en múltiples ocasiones; aunque soy muy cobarde, ya me armé de valor y tomé la más difícil decisión. No me aterra que pasará con mi alma, estoy segura de que será mejor que el infierno en el cual hoy habito... No me extrañes, por favor. Aunque ahora parezco no importarte cuando me vaya sé que gritarás mi nombre y te arrepentirás de haberme abandonado. No me voy por ti, sino por mí.

Hice todo para hacerte feliz, pero nunca me valoraste. Vivía solo para servirte, pero jamás te diste cuenta. Hice todo por ti y para ti; sin embargo, en ningún momento escuché un “gracias”; al contrario, solo me reprochabas mis errores y defectos. Nunca mediste el impacto de las frases que me decías. Solo te dedicaste a dañarme y me rompiste en mil pedazos que ya no puedo seguir recogiendo… Pero te agradezco, porque eres el karma que mi alma necesitaba pagar.

No quiero molestarte más. Me iré sola, durante esta noche sombría. Me duele tanto el corazón que el cuchillo no me lastima. La sangre me recorre y cubre todas mis heridas. Tengo miedo porque sé que es el final, pero me abraza el deseo por descansar eternamente. Mientras se vacía todo mi ser me siento en paz, pues la luz muy cerca está. Mi último aliento, mi último latido y mi último recuerdo resurgirán mientras la luna ilumine.